Caza de simios: tráfico ilegal y enfermedades.

Los Chimpancés (Pan troglodytes), se encuentran a lo largo de África central y occidental, son los más numerosos de los grandes simios africanos y sus poblaciones disminuyen drásticamente a causa de la pérdida de hábitat y caza inmoderada. 

Los Gorilas Orientales (Gorilla beringei) no alcanzan los 5000 individuos en libertad y ya tienen una zona de distribución sumamente restringida. Y, si bien los Gorilas Occidentales (Gorilla gorilla) están diseminados en una zona más amplia, sólo 22% logra vivir en áreas protegidas

Los Bonobos (Pan paniscus) están limitados a franjas pequeñas de hábitat restante, que ha sido destruido por la guerra civil, la anarquía y la violencia. 

La carne de animales silvestres pone a los humanos en contacto cercano con la vida silvestre, lo que representa un vía rápida y directa para la transmisión de enfermedades como el ébola, así como enfermedades infecciosas nuevas. La propagación de enfermedades es especialmente preocupante entre los seres humanos y las especies de grandes simios africanos. 

El consumo de carne de animales silvestres está impulsado por un mercado urbano africano y europeo de lujo, así como por la tala ilegal que permite un acceso fácil al hábitat remoto de los grandes simios, y por los cazadores rurales empobrecidos, que necesitan conseguir dinero.

La carne de animales silvestres obtenida a partir de la caza ilegal no sólo afecta a simios, también a elefantes, murciélagos, antílopes y unas 500 especies africanas más.

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