Mi nombre es Dante, soy un lomito dorado rescatado alguna mañana en agosto del 2018.
Unos vecinos reportaron que me encontraba tirado en la calle y lesionado. Una humana de gran corazón (quien es hoy mi benefactora y abuela humana) se dio a la tarea de irme a ver, cuando la escuché hablarme con tanto cariño sólo logré mover mi colita, eso bastó para que ella y el resto de la familia buscaran ayuda.
En pocos minutos más había llegado una ambulancia canina que me trasladaría al hospital, el diagnóstico: fractura de cubito y radio. Los dog-tores dijeron que ese tipo de fractura es por caídas de altura, no recuerdo qué sucedió, pero si fue así seguro intenté escapar de donde me tenían y volé por los aires.
Fui ingresado a quirófano para atender mi patita, pasaron días y estuve en tratamiento y recuperándome de esa primera cirugía en el hospital. Durante esos largos días siempre llegaba alguien de la familia que me había rescatado a saludarme y ver cómo iba, yo feliz los recibía moviendo mi colita.
Llegó el día de salir del hospital e irme a casa, mi familia había decidido que me darían hogar definitivo y así fue, llegué a mi nuevo hogar con mi mamá humana quien desde ese día ha cuidado de mí y me llamó DANTE por el peludito de la película COCO, dice que mis ojitos, mi cola y todo yo soy ese peludo alegre que Disney creo para la película.
Dante quiere decir: resistente (el que lucha), el que ve lo bueno, es tranquilo, afectuoso y protector, ¡sin duda me describe totalmente!.
Ya en casa esperábamos recuperar la movilidad de mi patita, cosa que no sucedió. Por causas que no sabemos, mi respuesta a los clavos no fue buena y hubo un poco de infección que hizo perdiera masa muscular y movilidad.
Mi mamá humana agotó opciones de dog-tores, nuevo diagnóstico: había que amputar para evitar un daño mayor. Recuerdo haber visto y escuchado a mi humana llorar, yo sé que ella quería a toda costa evitarlo, sin embargo los 2 sabíamos que sería lo mejor y así llegó la segunda cirugía.
A diferencia de la primera intervención, esta vez al otro día estaba en casa, libre de dolor, llegué, comí, caminé como si nada hubiera pasado, recuerdo que mi humana lloró mucho abrazándome, me decía que la perdonara por no haber podido hacer más; pero saben, yo soy feliz, sé que ella junto con toda la familia han hecho todo lo posible por que esté bien, y me han dado mucho más de lo que ni siquiera me ofrecieron quienes me vieron tirado por días: cariño y un hogar.
Empezaba una nueva etapa en 3 patitas y feliz, siempre atendido y con todos los cuidados necesarios. El tiempo fue pasando y mi familia comentó que podrían optar por una prótesis o algo que me ayudara. ¡Oh sorpresa! mi abuela humana supo de una chica que estaba haciendo prótesis de aleta para una tortuga en Xcaret, ¡sí! como lo escuchan y leen.
Contactaron con Rita Suárez (Prohastetics), ingeniero biónico, amante de los animales, apasionada de su trabajo y de apoyar. Y ahí estábamos en mi primer aconsulta para ver si era un lomito dorado candidato. He ahí, Rita confirmando: “se puede, sólo necesito estudiar cómo flexione”, porque sabrán que no tengo muñón, mi patita me fue retirada desde el hombro.
Buenas noticias, el diseño estaba listo. Empezamos con molde, pruebas y mejoras. Rita ha sido la más paciente en este proceso, implementó diseño y mejoras cada vez que le enviábamos video de mis practicas.
Las primeras practicas fueron a prueba-error ¿pero qué creen? un día fui invitado por Rita a la Universidad UPAEP para una charla de prótesis caninas y mostrar lo que ella había hecho para mí; debía ser un excelente paciente y alumno modelo. Vino el reto: trabajar obediencia y mejoras con la prótesis, he ahí a mi humana contactando al mejor para que nos ayudará a que yo fuera un Dante ejemplar, el mejor en Puebla y seguro todo México: Geo Rojas (Exerdog).
Geo se encargó de conocer cómo mi humana y yo estábamos acoplando a la prótesis (misma que sólo ocupo para jugar en el parque y caminar a ratos), para él fue también un reto entrenar a un peludo con estas características. Desde el día 1 la química con Geo fue la mejor, es mi entrenador, es firme y muy amoroso conmigo, nos enseñó cómo manejarme para obediencia y lograr dar lo mejor con el uso de prótesis.
A partir de esa primera vista a UPAEP varios casos han llegado con Rita y Geo para trabajar como lo hicieron conmigo.
Rita y Geo son parte importante de mi vida, son extensión de mi familia, han aportado mucho para que yo sea un peludo feliz.
Hoy vivo feliz, voy al Kinder Can con Geo, donde convivo con muchos peludos y eso me ayuda a socializar.
Siempre que a mi humana le dicen que es muy bonito lo que han hecho por mí, ella y toda la familia, dice: “Estoy segura que Dante tiene una misión conmigo, es mi maestro de vida y se que aún tenemos mucho camino y yo por aprender de él”. De algo estoy seguro, somos un equipo, trabajamos y nos cuidamos mutuamente, sé que ella, junto con la abuela humana hacen todo para que tenga la mejor calidad de vida.
Ah claro, y siempre me llenan de amor y yo a ellas.
Este soy yo, DANTE. Búscame en mi Instagram: DANTE Biónico
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