Es casi imposible imaginar un mundo sin plástico, una bolsa para guardar lo que compramos, agua o refresco embotellado en plástico, empacar, transportar, desechar.
Fue en 1950 cuando comenzó la producción masiva del plástico para uso doméstico y comercial, antes de eso, muchos envases solían ser de papel, en su mayoría periódico, papel estraza o, incluso, cartón. Para artículos o contenidos grasosos o húmedos, se utilizaba el papel encerado. Y para productos líquidos, envases de cristal.
Aunque algunas empresas han propuesto y promovido campañas de reciclaje, no han tenido resultados exitosos en su mayoría; incluso Greenpeace cree que estas medidas en realidad no son en beneficio de la sociedad y el medio ambiente, sólo para las empresas que generan desperdicios.
A raíz del agravante problema que genera tanto residuo de plástico, ha surgido la cultura Zero Waste, que consiste en eliminar lo más posible envases o productos de plástico en nuestra vida cotidiana.
Estos son algunos consejos para reducir el uso de plástico:
– Dejar de usar botellas, popotes y bolsas de plástico.
– Reutilizar productos que aun se les pueda dar uso.
– Reducir el consumo de productos que puedan generar residuos plásticos.
– Reciclar materiales que no ya no se puedan usar en casa.
– Reincorporar residuos orgánicos a la tierra.
¿Qué medidas has tomado para utilizar menos plástico?