Hola, soy Gatito, sí lo sé… pude llamarme Hércules, Mustafá o Ares, pero me nombraron Gatito después de mi rescate.
No recuerdo mucho de mi primera familia, solo que vivía en una bodega, me salí y me atropelló un auto. Mi colita se fracturó y perdí la mitad, y me quedaron 6 vidas después del accidente. Me llevaron a la veterinaria con la doctora Janette García en Puebla, justo ahí conocí a Gina, la humana que me adoptó.
Fui su primer gato, su primera responsabilidad gatuna.
Cuando llegué a su casa tenía un poco de miedo, todo era nuevo para mí, pero ella me decía: “Ven Gatito, come Gatito”. Me cuenta que decidió dejarme este nombre, porque soy un buen gatito y muy cariñoso con ella. Dice la humana que tengo unos ojos y cachetes grandes como mi corazón.
Me gusta ronronear, que me cepillen mi pelito y me rasquen la panza. Siempre le dejo pelitos en la ropa a Gina para que a dónde quiera que vaya, sepa que cuenta conmigo.
Me siento un gato afortunado, porque tuve una segunda oportunidad, definitivamente adoptar a un perro o gato, cambia la vida de los humanos.
Pueden encontrarme en mi Instagram como Gatito y Domingo, comparto la cuenta con mi hermano menor.
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