Te presentamos a uno de los animales más hermosos y, desafortunadamente, más expuestos al cambio climático y extinción: el oso polar.
1. El oso polar puede alcanzar una velocidad de 40 km/h, el equivalente a un caballo galopando.
2. En realidad no son blancos, su piel es negra y está cubierta de pelo transparente libre de pigmentos. Cada pelo dispersa y refleja la luz visible, eso hace que parezcan del color blanco que no tienen.
3. Su mordida tiene una fuerza de 86.83 KgF por centímetro cuadrado, que la convierte en una más fuerte que la del tiburón blanco, el tigre de bengala e, incluso, el león africano.
4. Su evolución los ha hecho adaptarse a la falta da agua, pueden obtener todo el H2O que necesitan de la reacción química que descompone la grasa almacenada en su cuerpo. Además no se mojan gracias la capa de pelo que les protege la piel mientras se encuentran nadando.
5. Dependen del hielo marino para cazar, descansar, y reproducirse, pero debido al derretimiento acelerado podrían extinguirse en menos de 100 años.
6. Cuando un oso polar camina, sus patas dejan tras de sí un rastro químico perfumado. Esto permite que se comuniquen a través de extensos territorios. Cuenta con cinco largas y curvas garras no retráctiles que se clavan en la nieve.
7. Tienen 3 párpados, el tercer párpado reduce la cantidad de radiación ultravioleta que entra en sus ojos y así se protegen de la ceguera de la nieve.
8. Los osos polares tienen dos crías por camada tras un período de gestación de 6 a 9 meses. Las crías permanecen con la madre de 2 a 3 años. El resto del tiempo, son animales solitarios.
9. Se estima que no quedan más de 32 mil ejemplares de osos polares en todo el mundo, la extrema situación en la que viven los osos polares refleja claramente la falta de políticas medioambientales efectivas.
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