De acuerdo con reportes y estudios publicados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de informes elaborados por El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Instituto Internacional de Investigación Ganadera (ILRI), los gobiernos deben tomar medidas urgentes para prevenir nuevas zoonosis en las personas, sólo de esa forma podrán evitarse pandemias en el futuro como la que vivimos actualmente de SARS-CoV-2 (COVID-19).
La creciente tendencia de zoonosis, o enfermedades transmitidas de animales a seres humanos, es en gran parte por la degradación del entorno natural, ya sea mediante explotación de la tierra o de la vida silvestre, o la extracción de recursos, cambio climático y otras formas de presión a la naturaleza.
El COVID-19 es tan sólo un ejemplo del aumento de propensión de enfermedades como Ébola, MERS, Virus el Nilo Occidental, SARS o VIH-SIDA, todas causadas por virus que han pasado de animales a personas.
EXPLOTACIÓN DE VIDA SILVESTRE ES IGUAL A MÁS PANDEMIAS.
El incremento en la demanda de proteína animal, así como los sistemas agrícolas insostenibles, aumento de uso y explotación de vida silvestre y el cambio climático, se convierten en graves enemigos para todos, no sólo para nos humanos.
Inger Andersen, directora ejecutiva de la agencia de la ONU afirmó que la ciencia muestra claramente que “si seguimos explotando la vida silvestre y destruyendo los ecosistemas, podemos esperar un flujo constante de las enfermedades que pasan de los animales a los seres humanos en los años por venir”.
Y añadió: “Las pandemias devastan nuestras vidas y nuestras economías y, como hemos observado en los últimos meses, las personas más pobres y vulnerables son las que sufren más. Para evitar brotes futuros debemos ser más diligentes en la protección de nuestro entorno natural”.
Dos millones de personas, la mayoría en países de renta baja o media, mueren cada año como resultado de enfermedades zoonóticas desatendidas.
EL COSTO DE LAS PANDEMIAS
Durante los últimos 20 años, las zoonosis han provocado pérdidas económicas de más de 100,000 millones de dólares, sin contar los 9 billones de dólares que costará la pandemia de COVID-19 en los próximos 2 años, de acuerdo con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional.
BUSCANDO SOLUCIONES
El estudio del PNUMA y el ILRI emite diez recomendaciones prácticas dirigidas a los gobiernos y todas las personas que se quieran sumar:
- Invertir en enfoques interdisciplinarios.
- Ampliar la investigación científica de las enfermedades zoonóticas.
- Mejorar los análisis de costo-beneficio de las intervenciones, de manera que incluyan el costo total de los impactos sociales de la enfermedad.
- Sensibilizar a la población sobre las enfermedades zoonóticas.
- Fortalecer las prácticas de monitoreo y regulación asociadas con las enfermedades zoonóticas, incluidos los sistemas alimentarios.
- Incentivar prácticas sostenibles de gestión de la tierra y desarrollar alternativas para la seguridad alimentaria y los medios de vida que no dependan de la destrucción de los hábitats y la biodiversidad.
- Mejorar la bioseguridad y el control, identificando los factores clave de las enfermedades emergentes en la cría de animales y fomentando el manejo y las medidas de control de enfermedades zoonóticas.
- Apoyar la gestión sostenible de medios terrestres y marinos para mejorar la coexistencia sostenible de la agricultura y la vida silvestre.
- Fortalecer las capacidades de los actores sanitarios en todos los países.
- Poner en práctica el enfoque interdisciplinario en el uso del suelo y la planificación, implementación y monitoreo del desarrollo sostenible.
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