Los propietarios de un perro tienen la presión arterial y el colesterol más bajos que las personas que no conviven con uno. Además tienen un sistema inmunitario más fuerte.

Los niños con enfermedades crónicas suelen enfrentarse mejor al tratamiento si cuentan con un compañero canino. Y suelen faltar menos por enfermedad a la escuela.

La compañía de un perro nos proporciona una sensación de bienestar emocional a través del amor incondicional que nos da; por eso, son ideales para las personas que viven solas.

Sacar a tu perro a pasear habitualmente te ayuda a mejorar tu estado físico y a mantenerte sano. Te ayuda a desconectarte socializar y a pasar tiempo de calidad con tu mejor amigo.

Es recomendable tener un perro para quienes han sufrido un ataque al corazón, ya que les ayuda a tener una mejor recuperación y su tasa de supervivencia aumenta.

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