Hoy en #MiércolesDeHistoriasBonitas:
EL GATO NEGRO DE LA BUENA SUERTE
¡Hola!, mi nombre es Rambo, tengo 8 años soy un gato negro de ojos amarillos y de patitas esponjosas, muy travieso, amoroso y muy protector; en esta ocasión tendré la oportunidad de contar mi historia de adopción y de vida a lado de mi humana Kika.
Todo comenzó a finales de Mayo del año 2012 cuando mi Kika se enteró por medio de una publicación en Facebook que mis hermanitos y yo estábamos en adopción, mi Kika al verla se enterneció y en ella surgió el ánimo de querer adoptar a una de mis hermanitas, su corazón le decía que sí pero su inexperiencia le decía lo contrario; como tal, nunca había tenido un gatito en casa, sólo aquellos gatitos que de la nada aparecían para pedir un poco de comida y un poco de amor, pero así como llegaban así se marchaban.
Toda la semana estuvo dando vueltas en su cabeza adoptar. Llegó el viernes y ese día fue a la veterinaria donde mis hermanitos y yo nos encontrábamos, nada ni nadie le haría cambiar de opinión.
Cuando llegó mi Kika al lugar, mis hermanitos y yo nos asustamos (jijiji), estábamos acostumbrados solo a ver a los médicos veterinarios y nos preguntábamos: -¿Quién es ella?-
Nos sacaron de un cuartito, mi Kika nos acarició y cargó, todos estábamos nerviosos, no sabíamos que pasaba, cuando mi Kika se acercó a mí supo que por ser negrito nadie me iba adoptar o quizás a caer en manos equivocadas, ella me tomó entre sus brazos y dijo que quería llevarme, que yo sería adoptado. ¡Me sentí muy feliz!
El trayecto a nuestra casa fue largo, mientras mi Kika pensaba qué nombre tendría, se le ocurrían tantos como Bagheera, Hercules, Silvestre, Rambo y muchos más; mientras, yo no paraba de llorar y mi Kika me decía que “todo va estar bien”; cuando llegamos, lo primero que hizo fue darme de comer y agüita, estuvo delicioso, después me hizo una bolita de estambre y me divertí mucho.
Y desde ese día hemos estado juntos, nada ni nadie nos separará; ella cree que me adoptó a mí, pero en realidad yo la adopté a ella; llegué a su vida en el momento indicado, cuando ella estaba por vivir momentos difíciles pero le he enseñado a estar tranquila y sin temores.
Me siento muy feliz porque tengo una casa, mucho amor, hago muchas travesuras y como mucho (jijiji).
Yo quiero dejar como testimonio que no por ser Gatos Negros damos mala suerte o un sinfín de supercherías que nos achacan, solo sabemos dar amor, ronroneos, ternura y pelitos en la ropa.
Respétenos si nos ven caminando por la calle, no nos hagan daño. #VivanYdejenVivir.
Espero les haya gustado mi historia, anímense a adoptar hay tantos gatitos y perritos con tanto amor incondicional que dar. ฅ^•ﻌ•^ฅ
Me despido con la siguiente frase:
“Trae mala suerte que se te cruce un ser humano ignorante”
-El gato negro-
#BienestarAnimalPuebla #CulturaDePaz